Esta es la lista de WMA
Al hacer esta lista pensé en tantos libros que he disfrutado que decidí incluir aquellos que me motivaron a seguir leyendo y creo que, de alguna forma, a hacer del oficio de escribir (aunque desde el periodismo) mi carrera profesional. Algunos de ellos no son necesariamente grandes obras de la literatura, aunque otros sí. Mi gusto por leer siempre lo relaciono con mi hermana mayor y mi papá. Fue gracias a Rita que me inicié en eso de leer cuentos infantiles porque era ella quien en un principio me los leía.Recuerdo todavía cuando alguno de los cuatro hermanos enfermaba en la noche y luego de pasar por la casa del Dr. Santaliz, en la urbanización Tanamá, parábamos en la Farmacia Santa Ana y allí Rita y yo nos quedábamos frente al “rack” de metal donde colocaban los cuentos infantiles. Eran unos libros flaquitos y con un olor tan particular que todavía lo siento. Además, de las medicinas eran la compra obligada en la farmacia. No sé si Rita lo recuerda de la misma manera porque creo que todos tenemos maneras distintas de acercarnos a nuestros recuerdos.
Aventuras de Asterix- Mi papá pertenecía a un club de libros. Esto era que cada mes ordenaba libros que le llegaban luego por correo. Recuerdo esa colección de carpeta dura con títulos como Cumbres borrascosas, Mujercitas, Los hermanos Karamazov. A través de ese club, papi me pidió un libro de historietas de Asterix, el pequeño Galo de cascos calientes que protegía a su aldea de la invasión Romana. La aventura que vivía cada día junto a su inseparable amigo Obelix me encantaba. Lamentablemente, el ofrecimiento del club en cuanto a Asterix era limitado. Llegué a conseguir algunos títulos adicionales y todavía los conservó. El libro original que me regaló mi papá, que era de carpeta dura, se perdió en alguna mudanza de apartamento.
Toda Mafalda-La recopilación de las tirillas de esta niña argentina y sus amigos del barrio era lectura obligada. Creo que conocí a Mafalda a través de mi amiga Ita. Mafalda era mi distracción favorita en mis primeros años de la Universidad. Siempre hay una de estas tirillas en mi mesita de noche.
La Llamarada- Ni siquiera sé porque me atrajo tanto pero no podía despegarme de esta novela de Enrique Laguerre. Hoy día ni siquiera recuerdo sus personajes (aunque eso es algo común en mí). Lo que me motiva a releerla. Sí recuerdo que me impactó y me despertaba sentimientos de indignación. Lo leí en el colegio durante los 80, cuando también me indignaba por los asesinatos en el Cerro Maravilla, la muerte de Alfonsina Villanueva y la huelga de la Universidad.
De amor y de Sombra- Aunque hace tiempo que dejé de ser una fan de Isabel Allende, esta novela me encantó y fue uno de mis primeros acercamientos al golpe de estado y a la dictadura militar en Chile.
Cien años de Soledad- Supongo que seremos muchos los que la hemos mencionado. ? ¿Cómo no incluir algo tan genial?
Las ñapas:
Demasiado amor- La leí gracias a este grupo. La incluyo porque ninguna otra obra me ha conmovido tanto como esta novela de Sarah Sefchovich.
Mujeres de ojos grandes- Porque quisiera ser un poco como esas tías que Angeles Mastretta describe en sus cuentos.
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